sábado, 2 de febrero de 2008

Antes muerta que demente

Antes muerta que demente

Ayer dos mujeres irakíes sembraban el caos en Bagdad inmolando su carga llevándose consigo a 72 personas y provocando más de 150 heridos. Las terroristas que padecían deficiencia mental llevaban consigo 15 kilos de explosivo más la correspondiente metralla que fue activada por un dispositivo móvil a distancia. Esto quiere decir que como suele ocurrir en estos casos, cuando el terrorista es deficiente mental, las mujeres no tenían ni idea de que iban a ser en pocos minutos trozos de carne desperdigados por la acera. Desde noviembre de 2007 este ya es el sexto atentado suicida perpetrado por mujeres en Irak.

Ayer mismo escribía como los líderes de grupos terroristas árabes utilizan frecuentemente a mujeres para cometer atentados. En ocasiones se las obliga a cometer actos suicidas para recuperar el honor de la familia y en otros, como el de ayer en Irak, para tener una muerte digna. Esto se puede explicar mejor cuando pensamos desde nuestra perspectiva. En la sociedad Occidental cuando un enfermo, alguien en estado vegetal exige morir con dignidad (eutanasia) son muchos los que están de acuerdo porque “para vivir de esa forma opinan que es mejor dejar este mundo”. En las sociedades islámicas (radicales) piensan exactamente lo mismo pero alcanzando el martirio. Y si es sesgando la vida de tu enemigo, mejor.

Está claro que ya no es sólo en el Corán donde la mujer está vejada y olvidada como ser humano sino que en todos los campos imaginables del islám, la mujer es un simple objeto de placer. Tener hijos. Un buen saco de boxeo, para recibir golpes. Cuidar la casa. Y ahora cada vez más frecuente utilizada como una bomba envuelta en un burka, para así poder traspasar los controles de seguridad con más facilidad.
Para terminar me hubiera gustado preguntar; ¿para cuando los niños-bomba? Pero la respuesta sólo hay que verla en palestina donde muchos, durante las dos entifadas no superaban los 17 años de edad. Alá es grande. El islám es paz.

David Adael
desde el exilio
2 de febrero de 2008

No hay comentarios: