jueves, 24 de septiembre de 2009

Una cárcel con piernas

Una cárcel con piernas

Millones de mujeres en todo el mundo están sometidas y engañadas a que llevar el burka forma parte de su religión. Que mostrar su rostro en público, delante de un hombre, es ‘pecado’. Lo que no que paran a pensar (pensar por uno mismo es contrario al islám, es decir, que la Ilustración al mundo musulmán aun no ha llegado), es que son los hombres quienes prefieren que sus mujeres permanezcan en estas cárceles de tela o seda, para evitar problemas conyugales. No digo con esto que sean unas putas, sino que les suprimen la libertad de elegir marido. O enamorarse.
Son los hombres quienes destrozan toda su vida. Primero sus padres enseñándolas la teoría de cómo ser una buena esposa y segundo el marido, quien lo lleva a la práctica. Muchas veces con brutales palizas.

Según la religión islámica, una mujer no está obligada a llevar burka, ya que ese trapo forma parte de la tradición de algún determinado país (Afganistán), región, tribu, etc. pero sí que debe de taparse (obligación) todo el cuerpo, a excepción de la cara y las manos.

Resulta que la mujer del hermano terrorista que ayer compareció en la Audiencia Nacional de Madrid, mentía. Eso o que realmente no sabe nada de su propia religión, que es lo más seguro puesto que educar a una mujer en la ignorancia hace que la supremacía del hombre se eleve mucho más. ¿Para qué va a estudiar mi mujer, para que de repente sepa más que yo? Quita, quita… mejor que friegue los platos, para mis hijos y me de placer cuando yo lo necesite. También hay países donde en legal que un hombre maltrate a su mujer hasta obtener placer sexual.

Cuando oímos estas atrocidades pensamos que nos pillan muy lejos. Que están a miles y miles de kilómetros. Lo vemos como algo ‘cultural’ porque es nuevo para nuestros ojos. Exótico el ver a una mujer con las sábanas de casa por encima. Pero ya vemos que en nuestro país ocurren estas cosas. En Europa, América del Norte y del Sur y Oceanía en principio zonas no árabes, ocurren y cada vez son más numerosos los asesinatos por honor (que una chica o chico musulmán quiera casarse por amor con un no musulmán), ablación de clítoris (este año se estima que en España más de 1.500 niñas sean sometidas a esa tortura “cultural”), y matrimonios forzados (llevados a sus países de origen donde después traerán toda la prole). Como también a llevar burka, chador, yihab o como coño quieran llamarlos.

Vivimos en un país con plena Libertad religiosa, si. Pero también con plenos Derechos Humanos. Con Libertad para la mujer. Enseñanza gratuita (del idioma español). Igualdad. Donde las madres solteras tienen el mismo lugar en la sociedad. Y un sin fin de oportunidades para todos y todas quienes quieran. Así que no solo, señores hombres musulmanes, tienen que aprovecharse de las subvenciones por hijo parido, ni por familia numerosa, ni por ser extranjeros, ni solo lo que les convenga, sino para TODO. Sobre todo para sus mujeres que algunos las tienen como si fueran muebles.

Y si un juez en España te dice “quítate el burka”, te quedas en sujetador si hace falta, porque si no, no pintas nada en un Continente ni un País como este.


David Adael
24 de septiembre de 2009

No hay comentarios: