miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ebionitas, mesiánicos y chanchulleros

Ebionitas, mesiánicos y chanchulleros

Una nueva comunidad sectaria está emergiendo desde la mierda, al igual que todas. Cómo no siempre dando el cante con argumentos usurpados de la fe principal y manipulándolo a su antojo para así captar adeptos principalmente sobre personas frágiles o como lo las llamo; fácilmente manipulables.

Como en el Cristianismo y el Islam en el Judaísmo también proliferan las sectas. Grupos cada vez más numerosos pero pequeños que desprestigian, corrompen e insultan la espiritualidad y forma de vida de las principales religiones. Normalmente tienden a ser radicales en sus pensamientos y llevarlos a la práctica incluso a riesgo de costar vidas tanto espiritual como física para sí mismos como para los más inocentes.

En el Cristianismo tenemos por ejemplo los testigos de Jehová que manipulan a su antojo la Biblia y en el Islam los wahabíes donde su ideología lleva incluso a perpetrar los atentados terroristas a nivel mundial.

En el Judaísmo la secta más común son los mesiánicos que se creen judíos y aceptan a Jesús como Mesías. Sería como decir; “aceptamos que la Virgen sea Virgen pero mantuvo relaciones sexuales (solo) con José”. Incoherente, ¿verdad?
Aquí no acaba todo: Rezan como judíos, se comportan como judíos, celebran fiestas judías y por supuesto católicas. Y también comen cerdo, claro no van a ser tan tan judíos. Estudian la Torá, hablan hebreo e incluso invaden las sinagogas para filtrarse en las comunidades y comenzar así el lavado de cerebro a los ‘fácilmente manipulables’.

Eso ocurrió no hace mucho en Israel donde se descubrió que un número importante de judíos mesiánicos estaban ocupando las sinagogas más prestigiosas del estado hebreo para limpiar las aulas. Pero ¿Por qué estas acciones? ¿Qué ganan ellos?

Esta semana escuché a los llamados ‘Ebionitas’ que supuestamente, según dicen se les empezó a llamar así al primer grupo de israelitas que reconocieron a Yehoshuá ben Iosef como Mesías profetizado en las escrituras hebreas (ja-ja-ja). Afirman no ser ni cristianos ni mesiánicos y siguen el judaísmo ortodoxo, es decir que son un poco de todo y nada de nadie.
Conclusión; farsa. Una gran mentira para apartar a los judíos de su camino espiritual y llevarlos por la idolatría. Un atajo de sinvergüenzas.

Esperemos que nadie caiga en su pozo sin fondo del que costará salir, como buena secta que obviamente es.


David Adael
desde el exilio
24 de septiembre de 2008

1 comentario:

Juan Sarmiento dijo...

Saludos cordiales, muchas gracias por contribuír con sus publicaciones a mantener informadas a las personas tanto yudím como bné Noaj sobre estos grupetes iluminados, para que sean eliminados.