viernes, 9 de mayo de 2008

¿Multiculturalismo? No, gracias

¿Multiculturalismo? No, gracias.

España está al borde de acabar como Holanda con respecto al problema (si, problema) de la inmigración musulmana. Nuestros vecinos del Norte de Europa llevan a cabo en mi opinión una política racista/separatista, lo que conlleva a que exista por parte de los islamistas el odio a Occidente, con respecto al trato que se le da a dicha comunidad aislándola creyendo así el cuento del multiculturalismo.

El modelo multicultural por el que es conocido Holanda, considera que los musulmanes pueden vivir un desarrollo separado de la sociedad holandesa. Es decir que la población árabe no se junta con los ciudadanos no-musulmanes y siguen manteniendo sus criterios de identidad. El problema de ello radica en que la mentalidad que tenían sus padres, sus abuelos con respecto al papel que juega la mujer musulmana en el mundo islámico, el pecado de la homosexualidad y el considerar a los no creyentes (infieles) ciudadanos de segunda entre otras, la aprendan también sus hijos y sus nietos y ellos la pongan en práctica. Por ejemplo en Holanda está habiendo un incremento muy importante de violaciones a mujeres no-musulmanas. En numerosos juicios los agresores musulmanes admitían el hecho de que hubiesen violado a la mujer porque "vestía como una prostituta". En otras palabras vestía sin un yihab o un burka.
Otro dato es el aumento masivo de violencia contra la comunidad gay en toda Holanda. Este país caracterizado por una política abiertamente pro-gay, donde ser homosexual es ser un ciudadano más está, siendo fuertemente destruida por un atajo de criminales donde aprenden que en sus países es lo 'lógico' maltratar a los homosexuales.

Para empezar a combatir estos problemas habría que poner el ojo en Estados Unidos (el país más criticado por Occidente de la historia y que más hizo por Occidente sobre todo en las grandes guerras, donde evitó que Europa cayese en las garras imparables de Hitler y tiempo después, del Comunismo), cuando un inmigrante llega los Estados Unidos es su hijo quien al instante obtiene la ciudadanía americana, el pasaporte y todos los derechos de un ciudadano más. Va al colegio, la universidad e incluso puede optar por un buen puesto de trabajo. Ese modelo de integración es perfecto porque hace iguales a todo el mundo. Mientras él puede tener una creencia religiosa remotamente opuesta a su nuevo país o unas costumbres distintas, pero ello no impide que ese 'nuevo americano' no dude en defender a su país de cualquier peligro o ataque. Obviamente no todos son como este ejemplo pero en comparación a Europa lleva muchísima ventaja.


Los musulmanes inmigrantes en Europa (no todos, ojo) lo hacen por tres métodos:

- Asilo político, donde antes de llegar al Continente se deshacen de sus documentos de identidad que, de esta forma, eluden la deportación y se aseguran la residencia por razones humanitarias.
- Refugiados, donde la mayoría no son tal cosa.
- Ley de Reunificación Familiar, este hecho es bastante curioso. El matrimonio forzoso en el islam es muy común ya no solo en países árabes, también en nuestro Continente cada vez es más visible esta imposición. Un ejemplo claro; si un musulmán llega a Holanda por ejemplo como refugiado, la familia que sigue residiendo digamos en Marruecos le conciertan un matrimonio forzado. Este se vería en la obligación de regresar a su país de origen y una vez hechos los trámites regresar a Holanda ya no solo con su esposa sino con sus padres, los padres de ella y el hijo que nacerá en Holanda con plenos derechos. No sería un problema si este niño fuera al colegio como los demás niños de su edad, aprendiera holandés y adoptara un modo de vida occidental que no por ello renegar de su religión ni de su fe. Al contrario con la política multiculturalista solo fomentará que el niño vea a Occidente como el enemigo del islam al que hay que combatir, verá que su obligación es maltratar a homosexuales (de un país que no es suyo) y desgraciar la vida a su futura mujer gracias a la creación de estos guettos que poco a poco se están convirtiendo en estados dentro del Estado, donde incluso en Bruselas y París hay barrios exclusivos para árabes donde los "infieles" tienen terminantemente prohibida la entrada.

Un caso ocurrido en España fue que en 2004 en una cárcel sevillana un centenar de musulmanes se amotinó en la prisión haciendo suya la biblioteca creando así su particular centro de oración. Los funcionarios de prisiones advirtieron que en dicha zona el acceso era imposible para los no-musulmánes porque se había convertido en una zona exclusivamente islámica.


Otro gran problema que existe con la no-integración son las ayudas y subvenciones del Estado que son excesivas. Europa tiende a pensar que el inmigrante es un ser frágil, pobre y que necesita de la caridad europea para subsistir, pero él solamente quiere un puesto de trabajo digno y que se le considere un ciudadano más.
Las ayudas a la comunidad inmigrante, ¿dónde va realmente ese dinero? ¿Habría que investigar las cuentas para evitar que ocurra como en Noruega, que no es el único caso?

En Noruega en 1991, el mulá Krekar (Faray Ahman Naymmuddin), cabecilla de una guerrilla kurdo-irakí entró al país como refugiado. Su esposa y demás parientes se reunieron con el más adelante (Ley de Reunificación Familiar). En 1994 fundó Visitón Islámica, una congregación islamista radical y por ello recibió al rededor de treinta y cinco mil dólares entre 1996 y 1999. El mulá no permaneció mucho tiempo en Noruega y se marchó a Irak donde creó (con el dinero del contribuyente noruego) una guerrilla llamada Ansar al-Islam. El, junto con sus compañeros atacaron varias ciudades irakíes e impusieron un régimen teocrático donde prohibieron la música, la diversión y obligaban a todos los hombres a la oración bajo pena de fuertes palizas.
Recordemos que este grupo terrorista está seriamente investigado por su vinculación en el atentado del 11 de marzo en Madrid.

Para terminar. ¿Debe España optar por un modelo multiculturalista? De ser así nuestras ciudades podrían acabar "sitiadas" como ocurre en las inmediaciones de París, Londres (donde ahora, cómicamente se le llama Londistán), Bruselas, Ámsterdam etcétera. O bien podríamos adoptar una nueva modalidad en Europa y optar por la integración plena con las consecuencias que ello conlleve para los inmigrantes. Es decir las mismas leyes judiciales y demás.

¿Multiculturalismo? No, gracias.

David Adael
desde el exilio
9 de mayo de 2008

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