miércoles, 16 de julio de 2008

Orgullo Gay y el circo político

Orgullo Gay y el circo político


A principios de este mes tuvo lugar en Madrid la Manifestación del Orgullo Gay. Un día para festejar una sexualidad igual de respetable que otra. Un día marcado por la historia del colectivo homosexual.

En la década de los sesenta en la ciudad de Nueva York hubo grabes altercados provocados por la policía contra un bar, Stonwell In, frecuentado por homosexuales, drag quens y bisexuales ocurridos en la madrugada del 28 de junio extendiéndose varios días. Los homosexuales entendieron por fin que ya era hora de plantar cara a una opresión y discriminación hasta la fecha inaudita. Desde ese momento en ciudades de todo el mundo se celebra el Día del Orgullo Gay, como protesta a una sociedad homófoba y en respuesta frente a la discriminación.

Actualmente todo eso se ha perdido. Es lamentable ver el circo en el que se ha convertido ese día que para muchos es aun motivo de lucha como en los países árabes, donde la discriminación es aterradora, donde un hombre por ser homosexual es condenado a muerte.
El día del Orgullo Gay es simple y llanamente oportunismo político y empresario. Ya no se festeja el fin de la opresión hacia el colectivo homosexual sino una decadencia individual que absorbe sin proponértelo. Partidos Políticos aprovechándose de la sexualidad de otros, como si esa ideología en concreto no hubiera también perseguido homosexuales. Poca memoria histórica. Empresarios amasando fortunas en tan solo una semana de festejos, extorsión, malversación, intimidación… ¿Este es el día más orgulloso de un gay?

Tan solo es una forma de robar dinero y libertad a una generación de malcriados incapaces de ver por si mismos en lo que se están convirtiendo. En jodido ganado. Donde va uno van todos sin pensárselo dos veces. Pero antes tienes que entrar en su juego, tienes que ser uno de los suyos. Una sexualidad, una ideología. Esa es la política del Orgullo Gay. Las carrozas políticas simpatizantes con la causa pierden sus papeles (también de afiliación) por doquier enarbolando miles de banderas de sus partidos, incluyendo una tímida bandera nacional, al final para que no estorbe. Mientras que otros vehículos prefieren la tricolor. Decenas de manifestantes portando pancartas absurdas que ni ellos mismos creen puesto que son dictadas a conciencia por inconscientes. Hondeando banderas republicanas, como si una república fuese a ser gobernada por el interés único hacia los homosexuales. Payasos.

Esta es la ‘otra cara’ del Orgullo. No la cara de Zerolo, ni de Bibiana, ni la de numerosos actores homosexuales (o no) del mundo del espectáculo que simpatizan con esta corrupción de ideas.

Blanco y en botella” te dicen, o lo que es lo mismo; (tienes que ser) Maricón y socialista.

Orgullo Gay 2004, 05, 06, 07, 08, solo apto para maricones socialistas orgullosos de serlo.

David Adael
desde el exilio
16 de julio de 2008

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