jueves, 24 de junio de 2010

¿Dónde queda nuestro soldado Shalit?

¿Dónde queda nuestro soldado Shalit?

Guerra contra Gaza. Bombardeos indiscriminados sobre población civil palestina y asaltos a embarcaciones pacifistas y humanitarias. Genocidio y crímenes de guerra. Un injusto e ilegal bloqueo y muchos, muchísimos muertos con el doble de heridos y desplazados.
Así de exagerado y difamatorio es el resumen que la prensa occidental ofrece sobre los últimos cuatro años en Oriente Medio. Pasan los años y yo les pregunto:

En estos cuatro años; ¿Dónde queda nuestro soldado Shalit?

Queda relegado a la inexistencia. Olvidado por los medios de comunicación ocupados en buscar el favor de quienes se alimentan de terror y glorifican la Guerra Santa.
Los mismos que festejan los atentados en Londres, Madrid, Washington DC o Nueva York y perpetran asesinatos en Holanda, Francia, Italia, Chipre, Rusia, India o Turquía al grito de 'Ala es grande'.

En estos cuatro años; ¿Dónde queda nuestro soldado Shalit?

Nadie llora por Guilad Shalit.
Nadie pide por su vida ni exigen a Hamas por su liberación.
Nadie consuela a su madre ni a su padre.
Nadie protesta cuando las autoridades palestinas prohíben a la Cruz Roja Internacional comprobar si sigue vivo y en que estado se encuentra.

Es probable que sea asesinado por el terrorismo de Hamas deseosos de alcanzar su paz mediante la destrucción del Estado de Israel. Lo mataran no por que el ejecutivo israelí se niegue a negociar con los terroristas. Lo mataran porque es judío, israelí y orgulloso de serlo. ¿Alguien recuerda a Nachshon Vaksman?

Hoy se cumplen cuatro años del secuestro de nuestro soldado Shalit y de la muerte de dos de sus compañeros; el teniente Hanan Barak y el sargento Pavel Slotzker.

Cuatro años que la prensa olvida por ser judío, israelí y por hacer lo que todo judío e israelí se siente orgulloso; Defender su Estado ante la amenaza fundamentalista y del terror islámico. En occidente no conocemos ese ni ningún otro orgullo. La televisión cumple el rol de educadora y la prensa de adoctrinar, dejando un margen muy escaso para la opinión propia.
Somos presas fáciles de este nuevo totalitarismo que trata de acabar con cualquier signo de Libertad y Humanidad.

En estos cuatro años; ¿Dónde queda nuestro soldado Shalit?

Solo en nuestras oraciones y nuestros corazones.


David Adael
25 de junio de 2010

1 comentario:

Ismael U. V dijo...

En nuestros corazones, en nuestras oraciones, en nuestra memoria.