jueves, 8 de enero de 2009

Y cuando la Iglesia habla, las caga

Parece ser que el representante del Vaticano para Asuntos de justicia y Derechos Humanos, Renato Martino, nadie le ha dicho que su jefe, el Papa Benedicto XVI estuvo alistado en las juventudes hitlerianas.

O quizás se lo dijera personalmente el papa al cardenal y le contó su experiencia, desde observador, de lo que es un campo de concentración, ya que en declaraciones recientes este ladrón de almas, comparaba Gaza con un "gran campo de concentración".

Habla de crímenes que comente Israel contra el pueblo palestino pero no habla de los crímenes que comete actualmente el pueblo palestino en Belén, cuna del supuesto nacimiento de jesús. Tampoco condena el impuesto que tienen que pagar los cristianos a los palestinos por no ser musulmanes.
Sus antecesores no compararon los 30.000 cristianos asesinados en Líbano por paleo-sirios en veinte años.

Una institución mafiosa como es el Vaticano, creado a base de engaños a los fieles para robarles el poco dinero que tenían y así poder construir ese edificio que se yergue majestuoso, casi divino en la Plaza San Pedro debería de mirar más en su historia y dejar en paz la de otros.

Solo saben condenar, No condones, No divorcios, No homosexuales, No esto y No lo otro. El mundo puede vivir perfectamente sin la opinión de unos octogenarios con falda, que bien tienen que callar y CONDENAR los abusos sexuales a niños, sobre todo en Estados Unidos y Alemania.

De a misma forma que la iglesia CALLÓ ante el Holocausto judío por la Alemania Nazi, tendría que callarse sobre este supuesto holocausto y dejar la política a los políticos, ya que supuestamente la Iglesia es la encargada de propagar el mensaje de jesús, y no la "política" de jesus. ¿O jesus era un político revolucionario?

Más acercarse a las palabras de Juan Pablo II de "los hermanos mayores en la fe" y menos "dejad que los niños se acerquen a mi"...

David Adael
desde el exilio
8 de enero de 2009

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